Locus in Urbia: intervenciones estético-políticas

La cuestión de la representación


Cristian Accattoli
Universidad Nacional de Quilmes
cristian.accattoli@unq.edu.ar

Conrado Beretta
Universidad Nacional de las Artes
c.beretta@una.edu.ar

Mauro Rosal
Universidad Nacional de Quilmes
mauro.rosal@unq.edu.ar


Palabras clave
conurbanos | estética | política | performance


Recibido: 1 de agosto de 2023. Aceptado: 2 de noviembre de 2023.


Resumen

Locus in Urbia es un colectivo interdisciplinario de artistas e investigadores que tiene por objeto la creación e intervenciones estéticas configurando materiales de naturaleza política. El eje de reflexión es el concepto de representación. y una posible contradicción del mismo. De un lado, no habría nada que no esté siempre siendo presentado, en tanto la repetición implica siempre a la producción de diferencias (Deleuze, 2002). Del otro lado, no habría nada que no sea siempre representado, dado que siempre se está frente a signos de los cuales no puede determinarse un origen (Derrida, 1994). En esta dirección, se parte de materiales de archivo para componer intervenciones donde la huella pierda su carácter memorial y sedimentado y, al mismo tiempo, se abre el campo de interpretaciones entregando una obra que invite a pensar los límites y los saberes que se trazan entre lo político y lo estético (Sterne, 2012; Goodman, 2010).

Abstract

Locus in Urbia is an interdisciplinary collective of artists and researchers that aims to create and exploit aesthetics by configuring materials of a political nature. The axis of reflection is the concept of re-presentation. and a possible contradiction of the same. On the one hand, there would be nothing that is not always being presented, since repetition always implies the production of differences (Deleuze, 2002). On the other hand, there will be nothing that is not always represented, since one is always facing signs whose origin cannot be determined (Derrida, 1994). In this direction, it is based on archival materials to compose an intervention where the trace loses its memorial and sedimented character and, at the same time, opens the field of interpretations, delivering a work that invites us to think about the limits and knowledge that are traced between the political and the aesthetic (Sterne, 2012; Goodman, 2010).

Keywords

suburban | aesthetics | politics | performance


¿QUÉ ES LOCUS IN URBIA?

El grupo Locus in Urbia surge a partir del trabajo vinculado de un conjunto de docentes, artistas e investigadores provenientes de distintas universidades, quienes vienen desarrollando acciones en los campos académico, extensionista y artístico, dentro y fuera el espacio universitario.

Los intereses son variados y sus miembros provienen de diversos lenguajes artísticos y disciplinas de estudio, pero han encontrado una preocupación conjunta por la problematización del territorio como dimensión de análisis y esfera donde situar sus búsquedas estético-políticas.

A partir de una concepción relacionada con el giro espacial en la estética, las acciones performáticas y producciones artísticas del grupo se proponen promover la creación de afectos y perceptos estéticos, así como la reflexión teórica y conceptual consecuente a partir de aquellas. Como corolario, la reflexión política no deja de tener un profundo protagonismo en la búsqueda de acciones de visibilización, aporte al debate social y la reflexión sobre los territorios de los conurbanos bonaerenses.

El espacio es entendido como un locus a ser transformado por los procesos artísticos propuestos, que tienden a transformar y generar otros espacios posibles de reflexión y ejercicios del habitar. Se busca contribuir a la problematización de la memoria, la vida cotidiana, el desarrollo de las clases postergadas mediante el delineamiento de condiciones de posibilidad para el desarrollo.

Así, el grupo combina intereses y dominios disciplinares de la música, las artes audiovisuales, el teatro, la literatura, la filosofía, la estética, la antropología, la historia, los estudios culturales conformando un entramado multidisciplinario en el cual pueden sumarse aportes de muchas otras disciplinas y escuelas de pensamiento, teniendo como objetivo aportar al proceso dialéctico en el que se promueve un ejercicio proactivo de reflexión y acción estético-política en el territorio.

A DOS DÉCADAS DEL 2001. UNA MIRADA CONURBANA DE LOS HECHOS

El Recuerdo Permanece surge como el primer proyecto colectivo de Locus in Urbia. El abordaje transdisciplinario y la problematización del territorio como dimensión de análisis y esfera donde situar búsquedas estético-políticas del grupo se enfocaron en la experiencia de la crisis del 2001 y los relatos alrededor de la misma.

Por el territorio circulan conocimientos, saberes, memorias colectivas que atraviesan el marco comunitario. El Recuerdo Permanece es un proyecto artístico que intenta ahondar en la memoria social de los habitantes del Conurbano Bonaerense acerca de un hecho traumático de la historia reciente: la crisis social, económica y política de diciembre del 2001, hecho en el que resultaron muchas personas asesinadas en los aledaños de la Ciudad de Buenos Aires.

El disparador inicial fue reflexionar sobre la producción mediática hegemónica, observando que las imágenes que proliferan en el acervo icónico de la sociedad respecto al 2001 tienen su asentamiento primario en la Ciudad de Buenos Aires. Más allá de que en la Ciudad se encuentran los principales edificios de gobierno y que históricamente los procesos sociales y movilizaciones se han expresado en la Plaza de Mayo y sus aledaños, los discursos hegemónicos fijaron los deslizamientos metonímicos de sentido en la urbe de Buenos Aires. De aquel modo, no hicieron visible gran parte de la movilización y protesta federal, quedando como ícono el obelisco, los sujetos, el fuego, los gases, los despliegues de una policía asesina, las madres, las piedras, etc.

Pasado el vigésimo aniversario, desde Locus in Urbia se planteó trabajar el hecho político, los usos massmediáticos y las reminiscencias de los sujetos del Conurbano Bonaerense acerca de aquella crisis.

Se intentó promover una búsqueda en la memoria colectiva indagando estéticamente los espacios físicos de los conurbanos en los que acaecieron hechos de violencia en aquellas jornadas, sitios en los que hubo muchas víctimas asesinadas en medio del descontrol social como producto de la violencia institucional y/o represión de las fuerzas de seguridad. Se plantea una recontextualización de los hechos aportando a una mirada respecto de lo sucedido junto a un homenaje a las víctimas, por un lado, y la búsqueda de memoria colectiva de las/os sujetos que habitan los territorios conurbanos.

El Recuerdo Permanece es una obra reproductiva que consta de varios momentos y acciones de registro que hacen al todo. En cada hecho estético se pretende trabajar en el territorio con los sujetos, recuperando saberes populares, recuerdos, interpretaciones y conocimientos. Las experiencias de la crisis encarnada en la identidad del lugar, como modo de construcción de la territorialidad.

A tal fin se diseñaron diversas piezas que conforman el proyecto multidisciplinario El Recuerdo Permanece. Inicialmente una performance audiovisual, y la continuidad con el registro fotográfico (muestra de fotografía) y cinco microdocumentales. Se finaliza el proyecto con una instalación donde continúa operando una suerte de ausencia de la performance y un libro de artista procesual. Los hechos del proyecto se encuentran ordenados en cinco etapas de producción/realización.

Durante el año 2022 se llevó adelante en dos ocasiones la performance, en ámbitos universitarios. A fines de agosto Locus In Urbia cerró las 1.as Jornadas Internacionales sobre Producciones Artistas de los Conurbanos, realizadas de forma conjunta por la Universidad Nacional de las Artes (UNA), Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), Universidad Nacional Arturo Jaureche (UNAJ) y el Instituto de Artes del Espectáculo (IAE-FILO-UBA). Durante octubre la performance se presentó en las Jornadas de Música y Tecnología (JAMTEC) de la Escuela Universitaria de Artes de la UNQ. Las dos presentaciones consistieron en la realización de la performance audiovisual, proponiendo en ambas situaciones procesar e intervenir imágenes y tomas realizadas durante los días 19 y 20 de diciembre de 2021 (a veinte años) en diversas zonas emblemáticas del territorio de los conurbanos bonaerenses, así como también el procesamiento de audios documentales de los mismos días, pero de 2001. Las dos presentaciones contaron con artistas invitados en cada ocasión, el freestyler “Taty La Terraza” en la primera performance y el saxofonista e improvisador Darío Ruíz en la segunda. Finalizado el disparador artístico, en las dos ocasiones se generó una charla debate entre los performers, integrantes de Locus In Urbia y público asistente, a partir de preguntarles qué recuerdos, imágenes mentales les despertó la performance, ya sea experiencias vividas de la época, o escuchadas, narradas por familiares y conocidos. Durante los intercambios se siguió generando registros tanto en imágenes como audiovisuales, enriqueciéndose así los puntos de vista de todos los presentes, a la vez de permitir profundizar en esa memoria colectiva sobre los hechos y sentires.

LOS CONURBANOS. TERRITORIO Y REPRESENTACIÓN

¿Por qué pensar y actuar en los conurbanos si hay cientos de lugares para elegir? Quizás porque lo que aparece en primer término sea una multiplicidad infinita. ¿Pero no es acaso esa una condición inherente a todo territorio? Probablemente lo sea. Aun así, resta y toma fuerza un compromiso político que nos interpela. En esta apuesta, preferimos evitar los suelos sólidos y nos arriesgamos a saltar hacia un abismo.   

Nuestro proyecto nace de una reflexión aporética. El concepto que nos convoca es el de representación. Este concepto tiene una larga tradición en la historia intelectual occidental y, en particular, en los sentidos que la vinculan con el arte. Sin embargo, encontramos una doble vía de acceso que nos enfrenta a un callejón sin salida; callejón del que pretendemos extraer alguna fuerza. Por un lado, la representación podría postularse como lo absolutamente inevitable. La idea de un origen pleno, de un mundo habitado por fenómenos en carne y hueso, que luego son traídos a la presencia mediante una codificación, o en algunos casos una metáfora, se hace difícil de sostener tras varias décadas de reflexiones, esencialmente aquellas que quedaron inscriptas en lo que se denomina la filosofía francesa posestructuralista. A partir de estos autores –por ejemplo, Derrida, Blanchot y Nancy– no habría nada que se presenta, sino que, por el contrario, todo es siempre una representación porque en el primer momento ya había un signo –por supuesto, los matices entre estos autores son múltiples y aquí no hacemos más que una exposición simplificada–. Como sostiene Derrida, la primera vez tiene la forma de un ensayo general, es decir, la primera vez ya sucedió en un tiempo que espera infinitamente por concretarse. Pero, por otro lado, siempre hay también una presentación –aquí nos situamos cerca de pensadores como Deleuze y Guattari–. Lo que se presenta es la repetición de un signo que, en relación con su propia iteración, deviene en diferencia. Así, cada repetición presenta una suerte de acumulación de capas, de líneas de fuerza, que configuran lo mismo en tanto que diferente.

Así las cosas, lo que sostenemos es una relación de aporía ante un concepto esencial para el arte y su vínculo con el mundo. Decidimos llamarla: “aporía de la representación”. Ahora bien, esto entrega un sentido renovado a la noción de territorio. En este sentido, el territorio es el entre-dos, entre la representación y la presentación. No está plenamente determinado por ninguno de los dos porque es al mismo tiempo los dos conceptos. Tiene dos caras, al modo de un monstruo bifronte. De un lado, la representación que implica la repetición, la mediación y el signo –todos ellos absolutamente indiscernibles–. Del otro lado, la presentación que se une a las nociones de acontecimiento y de un futuro por venir, de los afectos y las fugas, del orden metéxico.

Estos aspectos de la representación nos hacen pensar al conurbano como un espacio donde las tensiones entre aquello que se representa y aquello que se presenta conforman un territorio en permanente conformación y formación. Y es allí donde la producción en arte se encuentra siempre desbordando(se).

Locus in Urbia apunta, esencialmente, a mostrar que el trabajo con materiales de archivo tiene como consecuencia dos vías que se solapan. Por un lado, la materialidad propia de las imágenes y los sonidos impiden que la sedimentación se haga presente. Esto quiere decir que el espacio de la performance no es pensado como un dispositivo contenedor, sino que, por el contrario, opera como un dispositivo creador –en tanto que se apropia de los materiales y los devuelve renovados; al mismo tiempo que el espacio es creado por esos mismos materiales–. La corporalidad de los presentes se agencia con la materialidad de la sala, de las imágenes y de los sonidos y, de ese modo, producen una vitalidad que favorece la composición de un acontecimiento –siempre singular–. Por otro lado, no hay modo de evitar alguna lógica que implique al sentido como forma de acceso a una obra. Aquí también se apunta al dislocamiento –a evitar alguna sedimentación–. De esta forma, la búsqueda de sentido queda anudada a la historia que esos archivos provocan, dando lugar al funcionamiento de la herencia de quien opera como espectador. Cada archivo cuenta una historia en minúsculas, es decir, una historia para otra historia. La lógica aporética que planteamos implica que, en el nivel de lo semiótico, cada imagen y cada sonido tienen una historia por contar inscribiéndose en una suerte de circularidad –una semiosis infinita–.         

De algún modo, lo que proponemos es que la materialización de la obra se produce en la agencia de los ritmos propios de las imágenes y los sonidos –como consecuencia del solapamiento entre lo presentado y lo representado–. Ese ritmo funciona tanto en el nivel plenamente material como en el nivel semiótico. El ritmo ya no depende o se liga unívocamente al tiempo, es decir, el ritmo es tiempo y espacio. Pero tampoco se trata de un concepto global, sino que es, aquí también, una deconstrucción de ambos, es también una noción bifronte. Por lo tanto, el ritmo es la relación irreductible del espacio-tiempo, es la expresión de la contingencia, pura inmanencia. Para nosotros, es en el arte donde podemos hallar las coordenadas para dar cuenta de la contingencia del conurbano. Tanto lo anticipable como lo no anticipable reclaman una relación con la otredad. Allí abrimos nuestros ojos y oídos, los desorganizamos, dejamos que el cuerpo entero observe y escuche, dejando al otro siempre llegar, mostrándonos los propios límites. Por eso, los conurbanos nos interpelan. Es en esa otredad donde queremos hacer valer nuestro compromiso político. Quizás esta sea nuestra apuesta, pensar y actuar políticamente a partir de una é(sté)tica.   

CONCLUSIONES

Locus in Urbia es un proyecto en movimiento. Se mueve interiormente y se sale de sí mismo. Buscamos un punto de encuentro desde el cual pensar qué herramientas de nuestras formaciones artísticas podían ayudarnos a dar cuenta sobre aquello que las reflexiones nos empujaban a decir. Pronto nos encontramos discutiendo marcos teóricos que, rápidamente, nos sirvieron para dejar bajo tela de juicio el carácter testimonial de los archivos. Esa conclusión –que queda anudada al problema sobre cómo nos representamos el mundo y, por lo tanto, cómo lo entendemos– fue la que nos permitió evitar una clausura del proyecto mismo, es decir, que el movimiento no deje de oscilar entre las imágenes y los sonidos que no cesan de repetirse y la tensión de toda lectura o escucha con un sentido sellado para siempre.

Los límites entre el arte y la política fueron y son discutidos desde hace mucho tiempo. No creemos que nuestro espacio pueda resolver muchas de las problemáticas que esa relación traza por sí misma. Pero sí estamos seguros de que nuestro camino intenta ser una reunión entre diversos saberes y modos de producir con un compromiso político interno: son los materiales de nuestra historia los que le hacen decir a los conceptos filosóficos europeos aquello que dicen y no al revés.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Derrida, J. (1994). Márgenes de la filosofía. Madrid: Cátedra.

Deleuze, G. (2002). Diferencia y repetición. Buenos Aires: Amorrortu.

Goodman, S. (2010). Sonic warfare. Sound, Affect, and the Ecology of Fear. Massachusetts: Massachusetts Institute of Technology.

Haraway, D. (2019). Seguir con el problema. Generar parentesco en el Chthuluceno. Bilbao: Consonni.

Sterne, J. (2012). The sound studies reader. Nueva York: Routledge.